Experiencia Vocacional

 

“Experiencia vocacional”

Alexis Rafael Olvera Mendoza

Alumno del Curso Introductorio.

 

Uno de los propósitos de la experiencia del Curso Introductorio es propiciar un ambiente de discernimiento, dado que estamos en una etapa de nuestra vida en la que descubrimos la voz de Dios, para seguirlo en una vocación específica, a mí me ha abierto nuevos horizontes en mi vida interior, estoy descubriendo aspectos de esta vida que desconocía, esto se originaba porque el quehacer cotidiano no me daba el tiempo para pensar en la respuesta que daría a Dios, el Seminario me ha dado este espacio; mucha gente me pregunta “¿No es aburrido estar ahí?” Simplemente contesto que es una experiencia fascinante de la cual no me arrepiento. Es una experiencia que todo joven debería tomar, no es una pérdida de tiempo, por el contrario es una ganancia de conocimiento, tengo que admitir que mi vida ha sido distinta desde que estoy en el Seminario, tanto en mi tiempo en el Seminario Menor como en el actual, es cierto que hay cosas que son difíciles, pero también hay que ser conscientes que en esta vida nada es fácil, el camino es largo, la recompensa es increíblemente magnífica.

 

Al ingresar al Seminario tenía mucho miedo a saber cómo era esta experiencia, podría ser algo muy diferente para mí, después de un tiempo he ido venciendo mis temores, eso no significa que ahora ya no tenga miedos; pero si algo he aprendido, es que todo lo que soy le pertenece a Dios y por lo tanto mi confianza debe estar puesta en Él porque bien dice San Pablo; “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece…” Tiene que ser mi convicción para que este camino no sea un camino de miedos sino un camino lleno de luces para mi vida.

 

Lo que también me ha sostenido con fuerza, es la oración, esa comunicación íntima con Aquel que me ha llamado: ha sido uno de los pilares en mi respuesta ya que no sabría cómo mantenerme de pie en esos momentos en los que se siente que la carga es más pesada, por eso no puedo dejar pasar por alto este punto tan primordial en la vida de cualquier  persona. La oración continua. Antes de finalizar menciono que mi experiencia en el Seminario Menor, fue algo básico para continuar en esta etapa del Curso Introductorio.

 

Finalmente, me gustaría invitar a aquellos adolescentes y jóvenes que tienen esa inquietud de saber lo que Dios quiere para su vida, que no tengan miedo de responderle, de vivir la experiencia del Seminario no se arrepentirán; desde mi experiencia es lo mejor por lo que pueden optar, estoy seguro que no hay nada mejor que optar por Cristo.

 

 

 

 

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